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Por qué LinkedIn

Con cierta frecuencia aparece por ahí la duda sobre la utilidad de tener un perfil en LinkedIn, ni hablar sobre ser activo en esta red social. Incluso mucha gente en busca de empleo no tiene idea de los recursos que LinkedIn ofrece. ¿Por qué perder el tiempo en abrir un perfil en una plataforma en la que parece que siempre hay que mostrar el lado más público y compuesto?¿Por qué frecuentar un espacio en el que todo el mundo parece andar en modo éxito? Y más todavía, ¿por qué establecer contacto con gente a la que solo te une lo profesional? Hmmm… ¿Quizás por eso mismo? Porque en algún lado uno tiene que mostrar su lado “adulto”. Y no exageremos, en LinkedIn también se comparten opiniones e incluso asuntos personales, aunque ese no sea su principal propósito como plataforma, y además puede llegar a ser muy informativo e instructivo, si a uno le interesan esas cosas.

Para entender el sentido de LinkedIn es útil un poco de historia. Esta red nació en la infancia de las redes sociales, en 2003, un año antes que Facebook. Es una red social concebida para gente crecida. Su cofundador, Reid Hoffman, tenía 35 años cuando la creó. Para entonces había sido miembro de la junta de directores de nada más y nada menos que PayPal y conocía el esfuerzo que implica crear relaciones de colaboración en el ámbito laboral. Así se entiende que esta red social fue pensada para esa no siempre bien recibida etapa en que la gente debe salir a buscársela, como decimos coloquialmente. 

Es cierto, la etiqueta de LinkedIn es bastante protocolar. Y además casi todo el mundo parece contagiado del afán de mostrar que es o puede llegar a ser un profesional exitoso. A primera vista  puede parecer una vulgar competencia de sabelotodos. En su descarga también hay que decir que en las redes sociales uno siempre muestra el lado que le conviene –ya sea positivo o negativo–, y esa libertad de mostrarnos tal como somos es totalmente ficticia, pues constantemente editamos nuestra presencia ante el mundo. Pero no nos metamos en filosofías ni profundidades existenciales. Let’s keep it light!

Personalmente creo que LinkedIn es, tanto como una red social, un inmenso directorio o motor de búsqueda del mundo empresarial contemporáneo. Una auténtica herramienta para hacer contactos, networking. Por decir lo mínimo, casi todos los directivos y la gente de recursos humanos de las grandes y medianas empresas tienen un perfil allí. Y seguramente de las pequeñas y micro, aunque esto no siempre sea tan evidente.

Herramientas de LinkedIn para cada quien

  • Estoy en búsqueda de trabajo y no sé por dónde comenzar. En muchos lugares la gente de recursos humanos hace su primera búsqueda de candidatos en esta gran base de datos. Y sí, América Latina no es una excepción. Como primer paso, abre ya un perfil en LinkedIn. Toma algunas pruebas de habilidades gratis. Haz una lista de las empresas en las que te gustaría trabajar y ponte en contacto con alguien que conozcas ahí, quien te introducirá en la red de contactos de quienes toman decisiones. El poder relacionarse con contactos de tus contactos –llamados contactos de segundo nivel– es el gran secreto de esta red. Si no conoces a nadie en esas empresas, atrévete a comunicarte. Si no puedes pagarte una suscripción prémium –es un poco cara, para ser un pago mensual–, que te da la posibilidad de comunicarte con gente que no está entre tus contactos, usa al máximo los 30 días de prueba de este servicio, o compra créditos para enviar correos a personas fuera de tu red. Si no recibes respuesta, busca la manera de llegar a alguien que conoce a esa persona que te interesa. En esta red siempre funciona la ley de los seis grados de separación.
  • Soy un emprendedor. Entonces es clave que crees relaciones, que explores y compartas ideas, que te nutras de tus pares. Networking es el ADN de LinkedIn. Si vendes servicios, LinkedIn es el lugar perfecto para posicionarte como experto en un área determinada y entrar en los círculos de tu nicho. Para esto recientemente la red concibió el Modo Creador, que incluso ofrece la posibilidad de publicar una newsletter gratuitamente.

Es verdad que LinkedIn parece no ser una plataforma muy amigable para ofrecer ciertos productos físicos, como regalos, cosméticos o comida, pero nunca se sabe. Y además, ¿quién dijo que vender directamente es la única manera de ganar clientes?

Si te interesa crear una estrategia negocio a negocio (B2B), mucha gente admite que LinkedIn es la base de sus relaciones B2B.

  • Soy un autor. Los recursos de LinkedIn, como las páginas, los grupos y las figuras públicas, así como el Modo Creador, son herramientas útiles cualquiera sea tu estatus. La posibilidad de entablar comunicación con gente encargada de tomar decisiones es quizás su recurso más valioso. Casi todos los directores editoriales y editores tienen un perfil y están a un clic. Eso no garantiza que te tomarán en cuenta pero seguro que hay más posibilidades que si no lo intentas.
  • ¿Campañas de marketing en LinkedIn? Linkedin es una de las plataformas más caras para campañas de pago por clic (PPC). En este aspecto quizás sí habría que dar la razón a quienes aconsejan no incursionar aquí. Sé de un instructor de mercadeo digital que suele decir que las únicas campañas exitosas en LinkedIn que él conoce son las de cómo triunfar en LinkedIn. Aunque seguro que hay alguien más a quien le va bien.

Al final LinkedIn es un recurso más. No es necesario ser un influencer ni estar en todas las redes sociales para avanzar en las metas personales. Pero mientras más recursos se conozcan, mejor sabremos qué nos conviene y si vale la pena sacarle partido.

Bonus track. Uno de estos días asistí a un taller de búsqueda de trabajo a través de internet. El facilitador hizo hincapié una y otra vez en cuidar la imagen pública. Revisar los perfiles en redes sociales fuera de LinkedIn es ilegal en la mayoría de países, pero los potenciales empleadores siguen haciéndolo. Así que si te interesa lo que suele llamarse reputación online, cuida lo que publicas y dónde. Y quien dice potenciales empleadores, puede decir también editores, clientes, colaboradores… red de contactos.

Por Fanny Díaz

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